miércoles, 18 de septiembre de 2019

LA TITANOMAQUIA


Titanomaquia, la guerra entre Titanes y Dioses
Cuando Urano es destronado por su propio hijo Cronos se da comienzo a su periodo de reinado, que estaría apoyado por los demás titanes, pero según las palabras de Urano, a su hijo le sucedería lo mismo que a él, que sería derrocado por uno de sus hijos. Así fue como Cronos empezó a mostrar la misma actitud que mantuviese su padre, es decir, devorar a todo descendiente que engendrase Rea, su esposa. Mientras sus hijos eran devorados por el desconfiado Cronos, Rea decide pedir auxilio a Urano y a Gea, quienes ayudaron a Rea a dar a luz a Zeus en secreto en la isla de Creta. Para engañar a Cronos sobre este último hijo, le dieron una piedra envuelta en pañales, piedra que Cronos devoró sin sospechar nada del engaño.
Zeus fue criado en Creta hasta que tuvo la edad y fuerzas suficientes para enfrentarse a su padre, logrando un puesto de copero del mismo Cronos en su corte. Poco después se hizo con una pócima, cedida por Metis la titánide, y logró dársela de beber a su padre, haciéndole vomitar a todos sus hermanos devorados, siendo la piedra del engaño la primera en salir de su estómago. Desde entonces comienza una cruenta guerra entre los hijos de Cronos y los Titanes, sus antecesores, un conflicto conocido como Titanomaquia y que se prolongaría durante 10 años y que hizo temblar los mismísimos cimientos del mundo.
En la Titanomaquia tomaron partido la mayor parte de los Titanes así como sus descendientes, con la excepción de Océano que se mantuvo en una posición neutral, además de Helios y los hermanos Prometeo y Epimeteo. El bando de los Titanes se estableció en el monte Ostris, mientras que sus descendientes lo hicieron en el monte Olimpo, siendo conocidos por ello como los «olímpicos».
La guerra entre ambos bandos se fue alargando sin dar señales sobre quien se proclamaría vencedor, hasta el día en que Gea profetizó que los vencedores serían los olímpicos pero sólo si recurrían a los exiliados y desterrados que permanecían en el Tártaro, y fue Zeus quien les liberó con la promesa de venganza contra sus carceleros. Zeus fue armado con los rayos de la tormenta, Poseidón se hizo con su tridente y Hades un casco que le proporcionaba la invisibilidad.
Según la tradición, Hades hizo uso de la invisibilidad para robar las armas de Cronos mientras Poseidón lo mantenía distraído, para ser después totalmente derrotado por los rayos de Zeus. Una vez caído Cronos los Hecantoquiros (dotados de cien brazos) comenzaron a lanzar piedras sobre los Titanes hasta sepultarlos completamente, y luego enviarlos a la prisión del Tártaro. A Atlas se le aplicó como castigo el tener que soportar sobre sus espaldas la bóveda celeste.Los dioses del Olimpo se repartieron entonces las diferentes facetas del mundo, siendo Hades el encargado del inframundo y el mundo de los muertos, Poseidón el de los mares y Zeus el de los cielos. Pese a que los tres eran igual de poderosos, Zeus fue honrado con una tarea adicional, la de gobernar sobre el resto de dioses y humanos. Los Titanes, cuentas Hesiodo, son doce: seis hombres (Titanes): Océano, Ceo, Crío, Hiperión, Jápeto y Cronos;  y seis mujeres (Titánides): Febe, Mnemósine, Rea, Temis, Tetis y Tea. A menudo llamados los antiguos dioses, fueron durante mucho tiempo los dueños supremos del universo.  BIBLIOGRAFIA https://sobregrecia.com/2013/11/18/titanomaquia-la-guerra-entre-titanes-y-dioses/


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